Por Héctor Núñez González
«Andrés se fue y nos dejó una tarea enorme que estamos haciendo con mucho cariño y que estamos haciendo además con mucha energía, yo me asombro porque nosotros enterramos a Andrés un día viernes y el sábado estábamos con funciones y de ahí no hemos parado más, esa es la forma que tenemos de vivir nuestro duelo»
La destacada actriz Rosa Ramírez, conocida por su rol de «Negra Ester» en la exitosa pieza teatral del desaparecido director, actor y dramaturgo Andrés Pérez Araya accedió a conversar con el programa radial Triangulo Abierto. En esta entrevista tuvimos la oportunidad de rememorar la figura del artista junto con descubrir a una mujer que con esfuerzo y amor ha entregado su vida al teatro.
TA. Rosa ¿cómo te sientes en este programa?.
Bueno para mi siempre es un placer venir a esta radio y no es un piropo lo digo de todo corazón.
TA. En la pasada entrega de los premios Altazor obtuvieron una estatuilla por la obra de teatro «La Huida», escrita dirigida y actuada por Andrés Pérez y que ponía en escena abiertamente un tema que ha sido poco tratado en la historia oficial chilena que es la dictadura de Ibáñez del Campo en la cual muchos homosexuales fueron fondeados (ahogados) en el mar desde un barco. Recibiste el premio Altazor y dijiste palabras muy sentidas con respecto a la discriminación que se vive actualmente hacia la población homosexual. ¿Esta postura de defensa hacia los homosexuales ha sido más fuerte para ti después de haber perdido a Andrés o ha sido una situación de la compañía en su conjunto desde siempre?
Es una postura mía personal, yo la he manifestado siempre y no tengo mayor dificultad con que la gente tenga la opción o la condición, porque mucha gente no alcanza ni a optar, sencillamente somos hombres, mujeres u homosexuales y yo no acepto en la medida en que somos seres libre y valiosos, que se arme polémica por la presencia de homosexuales, refiriéndome al caso del resort gay en viña, que según dicen traería riñas y disturbios, eso es falso, peleas y disturbios hay en todos los ámbitos, donde hay gays, donde hay hippies, donde hay comunistas o donde hayan negros y chicos, que somos los mas discriminados. Yo siempre he tenido un respeto profundo por el ser humanos, no lo comento habitualmente, pero si cuando estoy en una radio, porque tengo la posibilidad de decir tal cual siento las cosas y no me las editan como cuando tratan de entrevistarme en diarios, cosa que a estas alturas ya no lo permito y sobre todo en esta radio que para mi es especial.
Cuando yo me enamoré de Andrés yo sabía que el era homosexual, no tenía quizás la plenitud de saber exactamente que significaba serlo, yo era muy adolescente, eran temas que no se tocaban en mi casa y estábamos en Tocopilla, no había internet y yo jamás vi televisión, yo tenía 15 años en 1968 o 1967 y me enamoré de Andrés porque él era lo que era, cuando conversamos después sobre el tema yo pensaba que hacia falta enamorarse y eso hacía que las cosas cambiaran. No fue así, pero yo lo amé hasta siempre, mi amor por él fue variando y mutando, yo ahora lo sigo amando mucho como la persona y el genio que es Andrés, como esa persona extraordinaria, porque no me cabe duda que él es un ser extraordinario. Lo dejé de amar en términos de pensarlo como una pareja para mí, pero siempre lo pensé como mi amigo, compañero y el padre de mi hijo .
Entonces cuando yo hablo de lo significativo que es para mí y para la compañía el recibir este premio que siento que Andrés debió haberlo ganado muchas veces y no solamente ahora, el debió ganarlo con «Madame de Sade».
T.A. En el fondo es un reconocimiento póstumo y pareciera que estamos acostumbrados a hacerlo de esta forma.
Si, en este país bajan todas las culpas y todos los arrepentimientos pero lo recibí igual gratamente.
T.A. ¿Tu sentiste esas culpas de la que hablas?
Yo las sigo sintiendo hasta el día de hoy. Las siento, las percibo y para mi es muy triste porque se nos abren muchas puertas, pero sé que es porque Andrés no está. Yo quisiera que Andrés estuviese aunque esas puertas no se nos abrieran, preferiría que el estuviera aquí. Yo siempre iba a las entrevistas con él, sería precioso que él estuviera acá en este minuto y tal vez tendríamos menos trabajo, pero de verdad hubiese preferido que Andrés hubiera salido del hospital vivo, con esa enorme capacidad de amar que él tenía, con todo lo que además interiorizó al estar en el hospital mientras el estuvo despierto, porque el después estuvo entubado y estaba con sedantes y relajantes por lo tanto dormía, que no es lo mismo que estar en coma, él estaba consciente pero dormido. Los días que el alcanzó a estar despierto, tomó conciencia por su propia experiencia de lo que ocurre en los hospitales públicos de este país y yo creo que Andrés habría hecho una gran labor como la hizo siempre.
T.A. ¿Les creó un poco de conflicto esto del hospital y lo de la cama ocho?
Sabes que me pasa a mi con relación a eso, yo afortunadamente no estaba en Santiago, estaba en la gira Concepción – Valdivia, por supuesto que llegaron los periodistas con ese afán morboso de entrometerse y yo me di el tiempo afortunadamente por el hecho de no estar acá, de pensarlo y conversarlo mucho conmigo misma y lo que a mi me pasa es que yo en realidad invito a una reflexión respecto de esa situación y de muchas otras, porque estos diputados, senadores o alcaldes, todos estos señores que se supone que deben organizarnos la sociedad para que nosotros vivamos de una manera armónica, están siempre como atrasados, yo siempre veo que tratan de sacar partido de las cosas, porque esto se sabía de antes, ¿y por qué no reaccionaron antes?, yo creo que hay una cosa llamada humanidad, porque ellos debieron haber llamado a las personas involucradas con estos parientes muertos, finados, en esa cama numero ocho, y debieron haber hablado con nosotros primeramente y no haberlo dado haconocer morbosamente por la prensa, porque acá en los diarios escritos son muy morbosos, porque yo creo que haberlo hecho de esa manera fue muy cruel. Por una parte a mi esta sociedad de consumistas no me interesa, no me la compro, no creo en esta sociedad, no creo en este sistema neoliberal, no creo en la Concertación, no creo en los políticos, en la generalidad, en algunos si puedo creer y tenerles afecto, pero en la mayoría no, pero aún así tomando distancia de todo eso y marginándome bastante de esta sociedad yo me siento igualmente violentada porque invaden mi privacidad, porque yo estaba a tres meses del duelo de Andrés que para mi significa muchas cosas, significa mi amigo, mi compañero, el padre de mi hijo, significa que además él era el creador en mi compañía. Yo me quedé bastante huérfana y mi compañía también.
T.A. Dentro de esa orfandad en la que se encuentra el «Gran Circo Teatro», creo que hay una fuerza que los motiva y los mueve. Afuera del Museo de Bellas Artes, después de ganar el premio Altazor, conversaba con Andrés Pavéz, ellos hicieron junto con todos lo chicos de la compañía una fiesta bastante emotiva.
Si, esa fiesta se organizó antes, independiente que Andrés ganara o no ganase el Altazor, lo pensamos en una de las giras, dijimos: tenemos que hacer algo. Y así lo fuimos armando y llegó Pavéz y toda esta gente maravillosa que siempre esta al lado nuestro el concepto de esta fiesta era hacerle un regalo a nuestros pares, puesto que el Altazor lo entregan nuestros pares y también hacerle un tributo al Andrés. Ahora el ganó el premio lo que facilitó las cosas, porque en cambio, nos hubieran tirado a los carabineros, no me cabe ninguna duda. El cariño que uno ve en la gente y la disposición de tantos artista y de la gente que es marginal igual que nosotros nos están siempre apoyando y nos estamos apoyando mutuamente, la verdad.
T.A. El «Gran Circo Teatro» marco un hito muy importante en nuestro país todos ya los han reconocido esto gracias a que Andrés trajo una propuesta novedosa luego de su paso por el Circo del Soleil en Francia. Tu hablabas hace poco de orfandad, es tan así la orfandad o también hay una fuerza interna que va a permitir que esta propuesta teatral continúe.
No, es lo que pasa cuando uno tiene una familia muy querida, el padre se va lo que no significa que la familia se deba disgregar. Andrés se fue y nos dejó una tarea enorme que estamos haciendo con mucho cariño y que estamos haciendo además con mucha energía, yo me asombro porque nosotros enterramos a Andrés un día viernes y el sábado estábamos con funciones y de ahí no hemos parado más, esa es la forma que tenemos de vivir nuestro duelo, pero indudablemente tenemos cosas que hacer. Yo siempre pienso que Andrés no solamente fue un gran director…
T.A. Era muy trabajador por lo demás.
Por favor, no me lo digas a mí. Él hacia sólo lo que nosotros tratamos de hacer entre cuatro o cinco personas, nos preguntamos de donde Andrés sacaba tanta energía, tanta fuerza y tanto tiempo para hacer todo esto. Uno de nosotros es incapaz de seguir el training de trabajo que tenía Andrés. Somos un grupo de gente que está trabajando codo a codo para suplantarlo en la medida que se pueda porque él es irreemplazable. Él sigue siendo nuestro director, nosotros tenemos directores suplentes en la «Negra Ester», en «El Principito», yo voy a tomar la dirección suplente en «La Huida», que la vamos a remontar, pero Andrés es nuestro director y va a serlo siempre.
T.A. Hablemos de «La Huida», yo presencie la obra y creo que fue muy importante haber visto a Andrés dirigir, actuar y además haber hecho la dramaturgia. ¿Fue una deuda que tenía con él o fue algo que él quería hacer? Porque Erto Pantoja estuvo un tiempo.
Es muy curioso, porque como bien lo dice la obra, que es bastante autobiográfica por momentos, Andrés escribió esta obra hace 26 años atrás producto de lo que estaba sucediendo en este país, estamos hablando del año 73, 74, nosotros estábamos entrando violentamente a un cambio de vida, a una concepción del mundo distinta, estábamos en manos de los militares que fueron bastante crueles y siguen siéndolo y eso hizo un cambio en nuestra vida, nosotros perdimos la confianza, no sabíamos con quien estábamos hablando, incluso esa desconfianza se llevó al plano emocional, sentimental y erótico, uno no sabía con quien estaba haciendo el amor, entonces cambio indudablemente nuestra forma de ver la vida y siento que todavía no nos recuperamos. Yo no creo que este país nunca haya sido idílico, yo vengo de Tocopilla, de las salitreras, de Codelco y siempre me tocó comprobar que mi país es bastante clasista y siempre muy discriminador, sólo que se agudizó con la llegada de la dictadura militar y que sigue hasta el día de hoy. Hay espacios que nosotros hemos ganado porque hemos sido porfiados, no porque nos los hallan regalado, yo te escuchaba hablar recién sobre la familia, los padres, los gays, las lesbianas y que bueno que existan estos espacios, pero son espacios que se lo ha ganado la gente no han sido regalos que han caído del cielo, ni menos regalos del gobierno, entonces todo lo que se ha ido logrando ha sido por nosotros y Andrés cuando escribió esta obra no tenía la claridad, él la escribió y se la entregó a dos directores para que la realizaran y en ese momento no hubo mayor eco al respecto y se guardó durante mucho tiempo y nosotros el año que se montó que fue el año pasado, lo hicimos un poco pensando que era bueno que nuestra compañía trabajara la temática, las mujeres teníamos un proyecto que era «Las Costureras» de Marco Antonio de la Parra y los varones de la compañía iban a incarle el diente a «La Hudia» que Andrés iba a desempolvar de su baúl de los recuerdos y yo me metí de verdad porque es un tema que a mi siempre me ha motivado, es parte de mi vida, por eso fui la única mujer que se involucró en este equipo de trabajo, indudablemente que Andrés en algún momento supo lo que sucedería, él decía que era una velita que se estaba apagando y yo creo que haber tomado el rol de Joaquín, que en un principio lo hacía Erto Pantoja, tiene que haber sido para él un muy buen regalo que él se hizo a si mismo y que le hizo al público también, porque para nosotros el parámetro más grande que tenemos y siempre que se nos cae la energía o cuando estamos demasiado tristes, el único norte nuestro es el público, nosotros hemos hecho una gran cantidad de giras, pero sin embargo este año hicimos una al sur, con el Banco del Estado, después por cuenta propia, fuimos nuevamente al sur con los estudiantes de Concepción, Valdivia, después estuvimos en Antofagasta, Calama, Copiapó y el cariño del público hacia Andrés, hacia la compañía y hacia mí es tan enorme que uno dice si vale la pena seguir trabajando.
T.A. Además porque es un teatro que acerca a la gente un teatro representativo del mundo popular.
Yo me acuerdo de los casos más insólitos, un día íbamos sin ámino a San Antonio en una micro que quedó por ahí, la línea Andrés Pérez Araya, a uno de los festejos de Andrés y en el camino nos detuvieron unos carabineros para comprobar la autorización y se acercaron unos vendedores de dulces y había un tipo más o menos joven y él se acercó a darme las gracias y me decía que gracias a Andrés había visto teatro, el trabajaba en una carretera y por alguna razón sabía que había una obra, algo que tal vez era bueno ver y él lo vio muchas veces. Entonces la labor que hizo Andrés por acercar el teatro a la gente y hacerlo de verdad popular, sin perder en absoluto toda una estética, una belleza, una exigencia hacia nosotros, yo creo que eso nadie lo puede desconocer nunca.
T.A. Ese va a ser un legado importantísimo para nuestro país por mucho tiempo.
Realmente tengo un grupo en el cual soy muy feliz, tengo un par de hijos preciosos, tengo una familia muy bonita y a pesar de todos estos sinsabores que uno tiene, soy bastante feliz, para que no quede la sensación de que yo soy peleadora, soy bien luchadora, soy bien careraja y me gusta ser así, me gusta ser pesada y no aceptar los medios escritos, porque siempre tergiversan bastante las cosas, pero me encanta estar en las radios y en esta mucho más.
T.A. Rosa agradecemos esta entrevista pero antes ¿cuándo van a reponer «La Huida»?
Nosotros la vamos a reestrenar el día 2 de Agosto y no estamos seguros si es uno o dos fines de semana y lo vamos a hacer en nuestro lugar que es Curacaví, en nuestra micro vamos a buscar al público al pueblo de Curacaví y luego los vamos a ir a dejar, para que no hayan impedimentos, pero también queremos acercar nuestro trabajo al entorno de donde nosotros estamos, estamos en Curacaví, es lícito, es lógico, es lo que corresponde, invitar a nuestro vecinos a que conozcan nuestro trabajo y además queremos hacer talleres, cosa que ahora están en proyecto y que conversamos con el señor Eraldo Muñoz (Ministro Secretario General de Gobierno), esperamos que resulte, porque también significaría realizar talleres para gente de provincia y con algunas personas de Santiago y así podremos proyectar el trabajo de Andrés.