El Movimiento de la Diversidad Sexual, MUMS, rechaza las calificaciones de «degenerados» que ha realizado la Iglesia Evangélica al referirse a la Marcha por la Diversidad Sexual que se desarrolla mañana 25 de septiembre.
MUMS respeta el llamado de las Iglesias a manifestarse por sus creencias religiosas, pero no acepta descalificaciones y ofensas que desbordan el respeto básico a la dignidad de las personas, más cuando se trata de un grupo históricamente vulnerado como es la población gay, lésbica, bisexual y trans. Por lo mismo, MUMS rechaza enérgicamente el intento de las Iglesias Evangélicas por tratar de discriminar y perseguir a las personas no heteronormativas amparados en falsas acusaciones de «degenerados» o «pervertidos», como señalan en su sitio web redevangelica.cl
Esta situación refuerza mucho más la necesidad que Chile tiene de aprobar una legislación contra la discriminación que pueda imponer normas de convivencia mínimas de respeto a los derechos de todos y todas. No es posible que, en Chile, un grupo de fanáticos religiosos pretenda ofender y atacar, generando acciones de odio basadas en la supuesta defensa de su fe, la cual es, además, minoritaria dentro de su propia Iglesia.
La libertad de culto existe para generar el respeto a la creencias y libertades de las personas, pero en ningún lugar existe la impunidad de crímenes basadas en creencias de la fe. De hacerlo, habría paso a los fundamentalismos de diversos tipos que dan base a sistemas totalitarios, violadores de los derechos humanos y antidemocráticos.
Chile debe dar pasos adelante. De lo contrario, proliferarán más demandas al Estado de Chile, como la que hoy avanza por el Caso de la Jueza Atala. Chile necesita cambiar y ser efectivamente un país inclusivo, o nunca seremos «la copia feliz del edén».