Por El Desconcierto / 28 de abril de 2014
¿Qué observaciones han presentado al proyecto?
«Como todo proyecto, este es un proyecto que es mejorable, y al que le falta mucho por discutir. Una de las cosas que se plantea es que, por ejemplo, no se limiten algunos aspectos que fundamentalmente la gente de la alianza ha planteado. Uno de ellos, es que esto sea sólo para personas que no tengan antecedente penales. Y eso es algo que a nosotros nos parece profundamente discriminatorio, porque es muy posible que alguien pueda tener antecedentes de carácter penal, sobre todo en una población que está bastante marginada de los temas laborales.«Acá sólo se plantea el cambio de nombre, y no de RUT, por lo que no en ambos casos las personas mantienen su expediente legal y nacionalidad»
Entonces, la exigencia de que no tengan antecedentes, nos parece que efectivamente no es adecuada, y además que una cosa no tiene relación con la otra. Por otra parte, se ha planteado la posibilidad que sea sólo para personas con nacionalidad chilena, lo que también es profundamente discriminatorio, porque en el caso de las personas extranjeras, que están aumentando considerablemente en Chile, se verían fuera de esta posibilidad, y en verdad tampoco tiene una justificación específica, porque tampoco está planteada de modo que a las personas se les cambie el RUT. Acá sólo se plantea el cambio de nombre, y no de RUT, por lo que en ambos casos las personas mantienen su expediente legal y nacionalidad».
-El proyecto también contempla que sólo las personas mayores de 18 años solteras pueden acceder, y una de la polémicas que hay en torno al proyecto tiene que ver con lo que señaló el ministro de Justicia, respecto de que aquellas personas que cambien su sexo no podrían casarse y debería ser una ley diferente, ¿crees que de alguna manera los sectores conservadores están viendo una suerte de matrimonio homosexual encubierto en este caso?
«Primero, es ridículo que se plantee el tema del matrimonio homosexual encubierto, porque una persona que hace un tratamiento hormonal, que hace un cambio de sexo a través de una operación, con una vaginoplastía o intervención quirúrgica, no solo se cambia el nombre sino que también cambia su sexo. Es decir, una persona que con la ayuda de la tecnología médica pasa de varón a mujer, o de mujer a hombre, lo que hace es cambiar su sexo y el matrimonio o cualquier acción legal que pueda hacer esa persona lo hará como heterosexual, porque si es chico pasa a ser chica, o viceversa. Y en ese contexto, asumen todos los quehaceres y roles del estereotipo que tienen que ver con el sexo que están asumiendo. Por lo tanto, en lo concreto, hablar de un matrimonio homosexual encubierto es ridículo».
-¿Cómo ves que esto se plantee todavía desde una lógica binaria, es decir, que el cambio sea de hombre a mujer, o de mujer a hombre, pero ni siquiera se ha mencionado la posibilidad de contemplar la figura del tercer sexo, que sí existe en otros países, y que representa a quienes no se sienten ni lo uno ni lo otro?«Lo viable en este momento es avanzar hacia una ley de identidad de género, que permita lo más rápido que se pueda, en términos administrativos, solucionar los problemas de inclusión que tienen las personas trans»
«>»Lo ideal sería por supuesto pasar a una figura más amplia. Nosotros creemos que en todas estas materias de género, ojalá en lugar de reducir lo que tenemos, más bien vayamos ampliando. Sin embargo, en este contexto, por como están las cosas, nos perece que lo viable en este momento es avanzar hacia una ley de identidad de género, que permita lo más rápido que se pueda, en términos administrativos, solucionar los problemas de inclusión que tienen las personas trans, ya sean hombre o mujeres, y que en lo posible, dentro de lo que podamos ir avanzando, con otros temas. Pero en primera instancia, las personas que han impulsado estos cambios, quienes se han organizado, y quienes han llevado la bandera de los cambios, han sido personas que efectivamente están apostando por un cambio de género».
-Otro de los aspectos técnicos que se ha criticado tiene que ver con que serían finalmente los tribunales de familia los encargados de definir el cambio de género, y algunas organizaciones señalan al Registro Civil como el organismo competente para esta tarea, ¿cómo lo analizan ustedes?
«Desde el MUMS, se hubiese preferido que esto fuera más administrativo, es decir que lo hiciera directamente el Registro Civil, y que no fuera necesario un fallo judicial. Eso es lo ideal, si uno lo mira desde el punto de vista legal y de lo que el derecho dijera, y que en el fondo esto no quedar sujeto a la justicia. Sin embargo, en lo concreto, esa posibilidad no se vio como viable, no era manejable con los parlamentarios. Por lo tanto se buscó una fórmula intermedia, en la cual si bien es cierto que esto dependerá del ámbito de un juez, es una fórmula que el juez prácticamente dará el visto bueno a una fórmula probada. Es generar un mecanismo, que deberá que tener una sentencia judicial, pero que en el fondo es un camino que va por un solo carril, y el juez lo único que tiene que hacer es garantizar que el procedimiento esté bien hecho. Sin embargo, para nosotros lo ideal es que esto no quedara al criterio de un juez, y lo ideal sería que sólo dependiera de la voluntad de las personas y que sea un trámite administrativo, como es en Argentina, que era el modelo a seguir, que era el ideal».
-Claro, porque el proyecto sólo contempla que las personas expresen un “profundo sentir” que los lleve a querer cambiar su sexo, y tampoco se piden peritajes o exámenes obligatorios que lo acrediten…«El juez lo único que tiene que hacer es garantizar que el procedimiento esté bien hecho.Para nosotros lo ideal es que esto no quedara al criterio de un juez, y que sólo dependiera de la voluntad de las personas»
«Exacto, la idea es eliminar todo eso. Nosotros acabamos de tener un caso, que es el de Daniela Raño, que acaba de hacer el cambio después de muchos años. Ella lleva un proceso judicial que llevaba 5 o 6 años ya, y le habían rechazado en una oportunidad y tuvo que apelar para poder lograr el cambio de sexo. Fue un proceso muy complejo, bastante duro para ella, y muy largo, pero sin embargo se logró. Sin embargo, la idea es que justamente las personas no tengan que pasar por ese proceso, no tengan que hacer esa cantidad de pericias o presentar testigos, y que efectivamente esto sea un proceso mucho más rápido, más simple, y que permita realmente la inclusión de las personas trans tanto en el mundo laboral como estudiantil, y con plenas garantías».