El evento se realizó el pasado 26 de abril, en el centro Cultural Palace en Coquimbo. Presentando la jornada estuvo, Richard Bravo, académico del Departamento Educación ULS (Universidad de La Serena), quién dio el discurso inaugural sobre el desarrollo histórico, continuidades y similitudes, entre el feminismo, los estudios de género, los movimientos por la diversidad sexual y la teoría queer.
Posteriormente, presentaron en la primera mesa, Héctor Acevedo (coordinador Fundación Iguales, Región de Coquimbo) y Javier Núñez e Ignacio Yáñez en representación de MUMS (ambos miembros del Equipo de Psicología)
En una segunda instancia de exposición, estuvieron María José Sierralta (Oficina por la Diversidad y la No Discriminación, Coquimbo) y una representante de la Corporación Equidad de Coquimbo.
Se culminó la jornada con la tercera mesa correspondiente a los representantes de la disidencia sexual, de las organizaciones universitarias Queers PUCV y CUDS Chile.
El Equipo de Psicología de MUMS centró su exposición en dar cuenta del amplio trabajo que desde la disciplina se realiza en diversidad sexual, incluyendo en su praxis: trabajo clínico, comunitario, investigación y docencia. Ignacio y Javier argumentaron cómo es que este trabajo se enmarca en un quehacer político estratégico que busca cumplir un rol activo en el levantamiento de necesidades y demandas que aquejan a la población LGBT, poniendo en tensión las deficientes políticas públicas existentes. Algunos de los puntos centrales trabajados fueron:
Escasa o más bien nula formación de los profesionales de la salud en considerar las especificidades que significan el trabajo con población LGBT, lo que se traduce en la reproducción de discursos o prácticas heteronormadas y machistas que continúan patologizando a la diversidad;
La existencia de una ley antidiscriminación deficiente en el objetivo que declara, que vino más bien a tapar una cruda realidad que afecta a la población LGBT (tal como lo muestra previo a la promulgación de la ley una de las pocas investigaciones en la materia: “Derechos, política, violencia y diversidad sexual” del año 2007 y 2011 realizada por MUMS, CLAM y UCN), más que a contribuir al real avance que se necesita en materias de lucha contra la discriminación, lo que por cierto, debiera contemplar otro tipo de sanciones que vayan más allá de algunas U.T.M. a beneficio fiscal o que incluya financiamiento y diseño de programas permanentes y transversales de prevención a la discriminación.
La deliberada exclusión que realiza SERNAM en los servicios que brinda asociados a la superación de la violencia intrafamiliar de toda mujer no heterosexual o que no haya nacido biológicamente como tal (es decir población lésbica y trans), dejando fuera de la respuesta pública contra la violencia intrafamiliar a las parejas del mismo sexo;
La inexistencia de una respuesta que incluya un abordaje psicosocial en el tratamiento del VIH-SIDA, que necesariamente supere al actual modelo biomédico centrado únicamente en el acceso universal de los medicamentos;
La presentación dio pie a una rica discusión en torno al quehacer del psicólogo y los trabajadores de las ciencias sociales en los grandes desafíos que se presentan en el quehacer profesional y en su formación cuando de diversidad sexual se trata. Además de cómo estos desafíos se articulan necesariamente con otras luchas sociales como lo son la de los estudiantes y trabajadores.