Discurso Leído el pasado 2 de marzo en el marco de esta conmemoración.
Saludamos la realización de este acto de memoria llevado a cabo por Fundación Zamudio y valoramos notablemente su insistencia en la defensa de los derechos humanos de la diversidad sexual.Ya se cumplen seis años de la muerte de Daniel Zamudio a manos de la homofobia de la sociedad chilena. Así como a Daniel le ocurrió, sistemáticamente somos testigos de delitos de este mismo tipo. Sin ir más lejos, denunciamos la total impunidad en que aún se encuentra el secuestro, tortura y asesinato de Nicole Saavedra, joven lesbiana de 23 años. Ya ha transcurrido un año y seis meses desde que su cuerpo fuera encontrado en una parcela de Limache. Junto con la necesaria búsqueda de justicia, es necesario reflexionar sobre el estado de nuestra lucha asumiendo que estos horribles actos de violencia no son casualidades o hechos aislados sino, el corolario de una cadena de silencios, exclusiones y agresiones que se contienen y se potencian unos a otros.A la luz de los hechos, la ley 20609, más conocida como ley Zamudio y promulgada durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, no ha estado a la altura de las necesidades de la población LTGB, especialmente aquella de menos recursos. Esta ley establece solamente un itinerario de acciones en caso de sentirnos discriminados. Lamentablemente, no compromete al estado en la defensa y promoción de los derechos de las personas LTGB ni menos reparación en los casos que corresponda. Como organización, MUMS hace énfasis en urgencia de hacernos cargo como país de la situación de la diversidad sexual en relación al mundo del trabajo. En este sentido, como organización, enfatizamos la importancia de levantar la discusión alrededor de los derechos de las personas LTGB en tanto trabajadoras y trabajadores.Si no nos matan por medio de asesinatos sangrientos, nos matan lentamente mermando nuestro derecho al trabajo.Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo),” La discriminación y el acoso comienzan en la etapa de escolarización, reduciendo de esta manera las perspectivas de empleo. Posteriormente, la discriminación continúa en el acceso al empleo y en el ciclo de empleo; en casos extremos, los trabajadores y las trabajadoras LGBT pueden llegar a sufrir hostigamiento, acoso, abuso sexual o maltrato físico”. “A menudo, la causa de discriminación, acoso y exclusión del mercado laboral es la creencia social de que lo “normal” es ser heterosexual, y también de las ideas preconcebidas sobre la apariencia y el comportamiento que supuestamente han de tener una mujer y un hombre. Con frecuencia, una mujer que es percibida como “masculina” o un hombre que es percibido como “afeminado” en su comportamiento o apariencia son víctimas de discriminación o acoso. Se repiten situaciones como preguntas invasivas sobre la vida privada, homosexuales y lesbianas que cambian el nombre de sus parejas, mantienen en secreto su orientación sexual o fingen ser masculinos o femeninos; otros que prefieren auto excluirse de conversaciones sobre la vida privada, amorosa, etc. Esta situación puede provocar una angustia considerable y, por consiguiente, mermar el derecho o acceso al trabajo”.“Las personas transexuales son las que enfrentan las formas más severas de discriminación laboral. Muchas de ellas son rechazadas en la entrevista de trabajo debido a su apariencia. Entre los problemas que enfrentan más a menudo cabe citar la imposibilidad de obtener un documento de identidad que refleje su género y su nombre; la reticencia de los empleadores a aceptar su forma de vestir; la disuasión de utilizar baños acordes con su género; y una mayor vulnerabilidad al hostigamiento y el acoso por parte de sus compañeros y compañeras de trabajo. En muchos casos, los trabajadores y las trabajadoras transexuales (en particular, las mujeres trans) se ven completamente excluidos/as del empleo formal. Por ello, en algunos países, la única estrategia de supervivencia que les queda es el trabajo sexual, frecuentemente en condiciones peligrosas, lo que aumenta su vulnerabilidad al VIH y expectativa de vida”.Ante esta violenta realidad, es necesario reflexionar sobre las acciones que corresponde seguir como organizaciones de la diversidad tomando en cuenta el escenario actual donde enfrentamos una profunda fragmentación de la diversidad sexual organizada como consecuencia de la salvaje acción entre el neoliberalismo y el patriarcado heterosexual. El sistema neoliberal que así como nos priva de derechos a razón de nuestra orientación sexual o identidad de género; hace lo propio con las mujeres, los pueblos originarios, las trabajadoras y trabajadores, los inmigrantes y cualquier otra identidad que resulte peligrosa o propensa a ser sometida. De esta manera, para el presente periodo político es preciso articular fuertes alianzas desde las organizaciones sociales. Criticar el modelo imperante y desde ahí buscar los puntos que nos unen, con miras a levantar programas políticos que los interpreten. El diagnóstico de acá en adelante no puede ser distinto: Brasil y Argentina son ejemplos de la irrupción de gobiernos de derecha comprometidos fuertemente con el capital internacional. Allí donde el movimiento social logró conquistas, estas fuerzas políticas han quitado todo tipo de derechos, principalmente los laborales. No podemos olvidar, por más que los medios de comunicación lo quieran ocultar, que somos una población altamente vulnerada y seremos los más afectados ante tales arremetidas.Es por eso que hacemos un llamado a la unidad social, política y cultural de las organizaciones LTGB de la centroizquierda con el fin de atravesar exitosamente el gobierno neoliberal y conservador de Sebastián Piñera y la derecha chilena, Simultáneamente les invitamos a participar activamente en las manifestaciones convocadas para el día de la Mujer Trabajadora del próximo 08 de marzo.MUMS, Movimiento por la Diversidad Sexual Santiago.