Multitudinaria Marcha por la Diversidad Sexual 2010

Más de 20.000 personas asistieron a la XII Marcha por la Diversidad Sexual, que tuvo lugar el pasado sábado 25 de septiembre 2010, en Santiago de Chile.
Esta actividad diversa, plural y política, que da cabida a diversas expresiones estéticas, sexuales orientaciones, identidades y expresiones de género, formas de vida, corrientes políticas, sociales y culturales, es organizada anualmente por el Movimiento por la Diversidad Sexual, MUMS, y ACCIONGAY y, este año, contó con la participación de más de 40 organizaciones, grupos, movimientos sociales, políticos y culturales (verlos aquí).
También estuvieron presentes diversas personalidades, como la jueza Karen Atala, cuyo caso se encuentra en la Corte Interamericana de los Derechos Humanos en contra de Chile por quitarle la custodia de sus hijas, discriminándola por ser lesbiana (leer discurso aquí). A su vez, Víctor Hugo Robles, el «Che de los Gays», declaró su renuncia a la religión católica. También asistieron el escritor Pablo Simonetti, el cantante Giovanni Falchetti, y muchos otros.
En el transcurso de la marcha, con la música acompañando los pasos, los organizadores señalaron algunas de las demandas de los movimientos de personas lesbianas, gays, bisexuales y trans en Chile. Exigieron la igualdad de derechos, una ley contra la discriminación, la despatologización de las identidades trans, la educación laica, entre muchos otros derechos que se les niega a diario.
Fernando Muñoz, coordinador político del Movimiento por la Diversidad Sexual, MUMS, dijo que «Chile sigue siendo un país profundamente desigual y discriminatorio, con una historia basada en el pensamiento único, la exclusión de las diferencias, la negación de nuestra multiculturalidad por el Estado y sus elites políticas y económicas».
«Marchamos las y los que se sienten parte de la diversidad, de la disidencia, o que, por convicción, buscamos avanzar en construir un Chile diferente, plural, democrático, multicultural, diverso y respetuoso, orientado al bienestar de las personas, y no al del mercado y ni al gran capital, que favorezca la libertad en lugar de la represión, la diversidad en lugar de la uniformidad, y que transite, en forma definitiva, a reconocer que todos los seres humanos somos distintos y, por tal, somos iguales en libertad, derechos y obligaciones», concluyó Gonzalo Cid, también coordinador político de MUMS.