Por Agencia EFE / Diciembre 2008
Ciudad del Vaticano.- La Iglesia Católica está a favor de la despenalización de la homosexualidad, “eso no se pone en duda,” pero es contraria a los matrimonios de personas del mismo sexo, afirmó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
El jesuita Lombardi precisó con esas palabras la postura de la Santa Sede tras la polémica desatada por unas declaraciones del arzobispo Celestino Migliore, observador permanente vaticano en Naciones Unidas, contrarias al documento que Francia tiene previsto presentar ante la ONU, en nombre de la UE, para despenalizar la homosexualidad en el mundo. A comienzo de diciembre, al conocerse la iniciativa, el mismo Lombardi había expresado su recelo ante el proyecto.
«Por supuesto que ni siquiera se discute el que la Iglesia pueda estar a favor de criminalizar los comportamientos homosexuales o, incluso, la pena de muerte. La Iglesia está en contra de leyes penales que consideren un crimen la homosexualidad. La Iglesia está a favor de la despenalización,” manifestó Lombardi ahora durante la presentación de un mensaje del Papa sobre la paz.
Sin embargo, considera que “no todos los comportamientos sexuales se pueden colocar en el mismo plano, en todas las situaciones y en todas las normas.”
«Un ejemplo en este sentido -subrayó Lombardi- es el del matrimonio. La Iglesia sólo reconoce el matrimonio entre un hombre y una mujer y no acepta poner al mismo nivel el de personas del mismo sexo.”
Lombardi negó también hoy que el Vaticano haya puesto en marcha una campaña contra la ONU, “como han escrito algunos medios de comunicación,” y afirmó que se ha desatado una polémica por un documento que todavía no ha sido presentado y se desconoce.
«El documento de Francia no ha sido todavía presentado y hay que saber de que se trata. Por ello no es el caso de construir polémicas por un objeto que no está claro y que parece no será sometido a votación en la próxima asamblea de la ONU,” señaló Lombardi.
Sobre este mismo tema, el cardenal Renato Martino, presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, que presentaba junto a Lombardi el mensaje del Papa, coincidió en que la Iglesia “no puede aceptar los matrimonios entre homosexuales y no se puede colocar en el mismo plano a las parejas gay y a las heterosexuales.”
El arzobispo Celestino Migliore mostró el pasado 1 de diciembre su oposición a la propuesta que Francia al argumentar que la despenalización de la homosexualidad puede “convertirse en un instrumento de presión o discriminación” contra aquellos -como la iglesia Católica- que sólo aceptan como válido el matrimonio entre un hombre y una mujer.
Ante la polémica desatada, Lombardi explicó entonces que «obviamente ninguno quiere defender la pena de muerte para los homosexuales,” a la vez que puntualizó que hay 150 Estados miembros de la ONU que no se habían adherido a la propuesta francesa.