Por Nancy Arancibia / La Nación / 12 de agosto 2009

Esta semana inició sus clases el Preuniversitario de la Diversidad, el cual lejos de pretender ser un ghetto, busca ser un espacio educativo libre de discriminación, donde la inclusión refuerce la autoestima de los alumnos y los empodere no sólo para rendir una buena PSU, sino para enfrentar la vida académica, haciendo respetar sus diferencias.

En los colegios son sujetos recurrentes de matonaje y en la calle corren -a menudo- el riesgo de ser discriminados, insultados y hasta agredidos. El problema se multiplica si tienen gestos públicos de cariño hacia sus parejas. Los espacios de tranquilidad y libertad para los homosexuales y transexuales son pocos en nuestra ciudad y simplemente nulos en el sistema estudiantil. Por eso esta semana se inauguró -al alero del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUMS)- el primer Preuniversitario de la Diversidad, que busca convertirse en «un espacio educativo, donde a las personas gay, lesbianas, transexuales o bisexuales no se las discrimine», explica el profesor y gestor del proyecto, Cristián Cerón.

La apuesta es que se transforme en un lugar de socialización que permita mejorar la autoestima de los alumnos, a través del reconocimiento con sus pares y la generación de identidad. «A diferencia de lo ocurre en sus liceos o en la calle, aquí los jóvenes pueden apoderarse de los espacios y asumir su sexualidad libremente, sin temor a ser discriminados porque los viene a buscar su pololo», dice el profesor, convencido de que se trata de una oportunidad para desenvolverse en un marco de respeto.

Los alumnos serán preparados de lunes a sábado en ciencias, historia, lenguaje y matemáticas por un equipo de profesionales idóneos y relacionados con las minorías sexuales. Por ejemplo, el ramo de biología será impartido por un ingeniero agrónomo y un biólogo molecular; historia, por un licenciado en el área y un estudiante de antropología; matemática, por un ingeniero civil industrial; y lenguaje, por un periodista.

Cerón, mentor de la idea, es ingeniero civil e hizo clases por varios años en un preuniversitario, por eso le interesó vincular esa experiencia con su trabajo en el MUMS. «Desde esta plataforma, puedes visibilizarte en otros espacios que no tienen que ver con las minorías sexuales. En la medida que te visibilizas, cuentas tus cosas, te manifiestas y empiezas a generar un cambio en ti y en la sociedad», dice.

El MUMS tiene 18 años de vida y ha visto en la práctica la necesidad de que las minorías sexuales se empoderen de espacios públicos, como las casas de estudio superiores. Por eso esperan contar con alumnos de todas partes y de cualquier condición sexual «Somos un preuniversitario sin exclusiones y por eso también son bienvenidos los heterosexuales», dice.

Inscripciones

Cuándo: Las clases son de lunes a viernes de 18 a 21 horas y todos los sábados de 09 a 14 horas.
Ubicación: Sede MUMS Santa Mónica 2317, esquina Cumming – Metro República.
Fono: 671 45 68
Mail: preuniversitario@mums.cl