MUMS tiene el agrado de invitar a la inauguración de la exposición “Topologías de lo oculto. Reflexiones sobre un cuerpo homosexual”, del artista visual Felipe Miranda, a efectuarse el día viernes 27 de marzo, a las 19:30 horas en la sede MUMS que se encuentra en Santa Mónica 2317, Santiago, Chile. Entrada liberada.
La propuesta consiste en una instalación – performativa, que se concede a partir de la redefinición de un lugar, en este caso la del dormitorio, que funciona como un dispositivo que separa el adentro del afuera, donde transcurren diferentes sucesos y actos, que lo terminan definiendo como un espacio privilegiado para resguardar la intimidad, contenedor de todo el ajetreo en soledad, que se centran tanto en el sujeto (en su constante interacción) como en el espacio-dormitorio, donde ambos terminan vinculándose en las huellas y memoria de lo intimo-privado-oculto, dirigiéndonos directamente hacia la noción de secreto. Bajo esta aserción situó esta similitud entre lugar-dormitorio y lugar-cuerpo homosexual, para instaurar una estética de lo oculto.
El objetivo es desentrañar desde la disciplina de la performance, distintas acciones que se presentan en el dormitorio, “…el espacio llama a la acción, y antes de la acción la imaginación trabaja. Siega y labra. Habría que cantar los beneficios de todas esas acciones imaginarias. El psicoanálisis ha multiplicado sus observaciones sobre el comportamiento proyectivo, sobre los caracteres extravertidos, siempre dispuestos a manifestar sus impresiones íntimas…”1 que en este caso se articulan a través de un cuerpo homosexual, como soporte discursivo, que va desde lo mas intimo y personal que conlleva lo corpóreo, a lo mas público-social y por ende político en que se ve enfrentado e intermediario el cuerpo. Lo corporal pasa inmediatamente a transformarse en un lugar critico, de resistencia y lucha política a la normativa que te exige el afuera (universalidad del heterocentrismo y género), una matriz corporal-psíquica que insiste en inscribir “verdades” sobre la piel. Sin embargo, desde la corporalidad y sus conductos, desde sus entradas y salidas del interior (donde se esconden todas nuestras intenciones), laten pulsaciones subversivas.