El Día Internacional contra la Homofobia, Lesbofobia y Transfobia se conmemora el 17 de mayo coincidiendo con la eliminación en 1990 de la homosexualidad de la listas de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud.
La sexualidad y su diversidad plantean hoy en día la pregunta ¿Cómo se vive al interior de la familia? ¿Cómo se comprende a un hijo/a homosexual, lesbiana y/o transexual? ¿Qué pasa con las amistades y el entorno cercano? ¿Cuáles son los apoyos?
Lo cierto, es que no hay padrón para decir si se nace o no de una determinada forma. «Es una variación de la sexualidad humana», sostiene Lukas Berredo, Activista del Movimiento por la Diversidad Sexual, MUMS.
En tanto, Alejandro Merino, promotor y activista de la Asociación Familias por la Diversidad Sexual de Perú, precisa que lo «importante es saber quién sé es y cómo se construye en la vida». Agrega que, «cada experiencia es particular y especifica».
Sobre su experiencia, Lukas Berredo –«trans masculino», es decir, nació biológicamente mujer pero cambió su identidad al género masculino en 2009– explica que siempre se sintió niño.
«Yo entré en una depresión muy fuerte y a los 16 años les conté a mis padres que me gustaban las chicas y fue un primer paso para intentar abrir el camino«, dice Lukas Berredo. No obstante, asumieron que «yo era lesbiana». Sin embargo, tras participar en una charla, me dí cuenta que me sentía hombre y eso sí fue un problema a nivel familiar.
Para Alejandro Merino, quien realiza un importante trabajo con familiares en Perú, el prejuicio en el entorno más cercano es grande. Incluso, «la discriminación se vuelca al interior de la familia».
Opinan: Alejandro Merino, promotor y activista de la Asociación Familias por la Diversidad Sexual de Perú y Lukas Berredo, Activista del Movimiento por la Diversidad Sexual, MUMS
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