Con la gran convicción de que no todo se reduce a un ron cola y a una disco de fin de semana, Víctor Hugo Robles nos habló de la historia del Che Gay, que no es sino la vida de él mismo, la vida de un revolucionario marica.
Con paciencia de santa soportó la impaciencia de entrevistadoras sin experiencia y fue reconstruyendo la historia de un personaje que es parte de la memoria colectiva, personaje que en esta oportunidad nos permitió acercarnos más a la persona que hay tras él, a este paria contenido en el afuera y que está a la espera de la revolución de las codificaciones, en donde las letras, los símbolos, las imágenes revolucionadas sean capaces de construir un mundo más justo, más amable, más humano. Un mundo donde él está atento a denunciar y pronunciar la voz disidente cuando muchos se obnubilen por las fanfarronadas del sistema. Si el mañana libertario así lo requiere, ¡así será!, pues así es Víctor Hugo Robles.
Apoyadas en el documental “El Che de los Gays”, ganador del premio del público al Mejor Documental en el II Festival Internacional de Cine Gay/Lésbico y Transexual de Bilbao, España, y que será exhibido el viernes 22 de abril a las 20 horas en el teatro ARCIS, en el marco del 32 aniversario de la Primera Protesta Homosexual Chilena, acontecida un 22 de abril de 1973, nos dispusimos al viaje que nos ofrece la historia de esta loca revolucionaria y que ahora transcribimos en estas líneas.
¿Cómo se arma la arquitectura de la marica revolucionaria que mencionas en el video?
Se fue armando poco a poco. Tiene que ver con mi historia de chiquitita. Siempre fui rebelde, de chica fui así, como lo dice el documental, era como la oveja negra con pintitas rosadas, siempre fui la diferente de la familia. De adolescente pasé por distintos partidos políticos, por la DC, por el PPD, por los socialistas, por la Iglesia y por la Vicaría Juvenil, pero sentía que algo me faltaba. Todo esto durante el proceso de asumirme homosexual, cuando uno primero se esconde, se oculta. Recuerdo que siempre quise tener el pelo largo, por ejemplo, pero lo usaba corto, trataba de engrosar la voz para parecer más hombre, pero al final la loca igual salía, se me escapaba, es una pulsión irreducible. Fue clave para esta construcción revolucionaria él haber estudiado en la Universidad ARCIS, con toda esa cultura de izquierda, unido a mí la cercanía con las feministas de la Casa de la Mujer La Morada y la Radio Tierra. Todo aquello coincidió con mi ingreso al Movimiento de Liberación Homosexual de los años 90. Todos esos elementos ayudaron a armar la marica revolucionaria.
¿Cómo ingresas al MOVILH1?
El nexo fue un amigo, Víctor Parra, quien vivía en una población de Conchalí, cerca de mi casa. Cuando me encontraba con Víctor, siempre le decía que quería integrarme al Movilh, que en ese tiempo era como medio clandestino, pero la loca nunca me llevaba. Al final fui sola. Un día l1 de septiembre me integré al Movilh, después de haberlos visto en una protesta de los Derechos Humanos. Recuerdo que fue para el Informe Retig en el 92. Al final de la marcha había unas locas todas vestidas de negro con máscaras, nada que ver como marchamos ahora ¡plumíferas totales!… En ese tiempo iban sólo 10, de negro riguroso, todas tapadas y con una hermoso cartel que decía: Por nuestros hermanos caídos, Movimiento de Liberación Homosexual. La gente se alejaba de ellos para no ser confundidos, pero para mí fue como el llamado de la selva. Me metí a la marcha y no sentí miedo de nada, no me importó que me sacaran fotos y esas cosas. Después de eso me fui a la reunión del Movilh el 11 de septiembre y ahí partió todo: empecé a hacer el programa de radio Triángulo Abierto, a integrarme más políticamente al Movilh, a la coordinación y así. Con el tiempo comencé a adoptar una opinión más crítica y más radical de lo que debía hacer el Movimiento homosexual y terminé exiliado del Movilh luego de la famosa toma travesti en medio de las elecciones municipales del 96. Desde ahí se fue armando el personaje más personal, más unitario y alocado. Recuerdo que una loca amiga escritora me dice un día, sin saber lo que decía supongo, “Oye Víctor Hugo, tú podrías inventarte un personaje”. Y ya poh! Ahí se me prendió la ampolleta, me creí ese cuento y armé mi propia historia.
¿En ese momento comienza ya la construcción de la imagen, con esta sugerencia…?
Supongo que ahí fue más consciente, ahora cuando nos tomamos el Movilh con la Michelle, sentí que era un camino sin retorno. Tomarte el Movilh significaba no volver, dejar el programa de radio, ¡o sea!, una de las cosas que más me dolió fue dejar el programa en radio Tierra, porque era como un hijo mío, ¡me encantaba! y lo hacía regio, a la gente le gustaba, pero por ese tiempo había tanta efervescencia política entre las locas, que mi lugar era el de la loca radical, que apuntaba a la vanguardia, que estaba en la oposición de estas locas sistémicas que querían ser concejalas por Santiago
En ese momento, para aclarar la historia, ustedes se oponen con la Michelle, una trans porteña, a estos homosexuales que estaban postulando a las primarias, pero que eran homosexuales asumidos, ¿no?
Sí, pero lo que nosotros criticábamos es que la elección se producía sólo entre hombres gays y que no había lesbianas, no habían travestis dentro de la primaria. Era necesario una disidencia.
¿Y eso marcó la diferencia con Carlos Sánchez, cuando él se postuló a Diputado?
Eso fue después, como en el año 2002 y existiendo mucho tiempo y contexto diferentes. Carlos era candidato en la lista del Partido Comunista y eso era bastante irreverente. De todos modos, yo nunca me cambié de mi distrito, el 17, en Conchalí, aunque públicamente apoyé la candidatura de Carlos por sus repercusiones políticas.
¿La toma a la sede del Movilh fue una acción en contra de las proyecciones que en ese momento tenía la organización políticamente y que tú tenías con respecto al Movilh?
Sí, era una crítica, un especio de necesaria disidencia, aunque yo no sabía dónde me iba a llevar toda mi loca rebeldía. Ahora creo que si no me hubiese tomado la sede del Movilh no habría inventado al Che de los Gays. No reniego de nada, creo que fue necesario el punto de cuestionamiento, aunque todos los costos los pagamos nosotros, yo y Michelle, aunque ella mucho más, porque ha estado un poco censurada y excluida hasta el día de hoy. Yo también, en cierto punto, pero logré rearmarme sola, desde la cultura, la universidad, pero también pagué un precio alto, tanto así que aún no puedo reintegrarme con bombos y platillos al trabajo militante del Mums, por ejemplo, o a un grupo de homosexuales organizados más oficialmente.
¿Y te interesa?
No mucho. Me costaría, yo soy una loca muy inquieta. Siento haber dañado innecesariamente a algunas personas, pero no me arrepiento de haber hecho la toma, además la encontré una performance espectacular. Eso de tomarse la sede con candados y todo. Una locura.
Sigamos con la construcción de nuestra marica revolucionaria tan bien descrita en el corto…
Después de esa toma me sentí solo, muy solo. Muchos dijeron que a mí me habían echado del Movilh, pero a mi nadie me expulsó, yo me auto exilié. Después de esa toma, era evidente que no podía volver. Era como chao, me despido, pero con escándalo. Ya sola me digo ¿qué hago ahora?, ¿Cómo me rearmo? Ahí se me ocurrió aparecer en las marchas del 1 de mayo con el cuadrito de no sé qué, luego las patas de chancho, las patas de gallina, en fin. En medio de ese proceso nació el Che marica, fue un proceso intrépido. Recuerdo que en ese tiempo se cumplían 30 años de la muerte del Che en Bolivia y yo estaba estudiaba periodismo en el ARCIS. Ya era loca total. Tenía el pelo largo liso, era como una loca como medio medio fina alternativa hippie, pero bien marica.
Estamos hablando del Che, de revolución. Puedes evaluar esta intervención, en término de tus entornos más cercanos que podrían ser tu barrio y te lo digo por lo que indicas en el corto de la cuchillada que te dieron en el “poto”, también porque en el ARCIS existen grupos cuya revolución dista mucho de la imagen del Che que tú armaste… ¿Cuáles han sido los cambios en esta revolución que has armado, si es que han existido?
¡Uf!, me da pereza evaluar el impacto del Che de los Gays. El personaje no lo premedité y quizás, por ahí se explica su impacto. Todo nació de loca que una es no más, de loca pitera, anarca. Nació en septiembre del 96. Recuerdo que en el ARCI estaba todo tapiado con la imagen del Che Guevara y yo dije: ¡Algo hay que hacerle a esta imagen! Lo primero que hice fue pintarle los labios rojos. Nadie me dijo nada y yo encontré que era como poco, entonces, después me compré una boina, le pegué la estrellita y se armo la estética Che. Justo en esos días Vicente Ruiz realizaba un espectáculo en contra de la censura y terminé, cuento corto, tirándole agua a la Patty Rivadeneira. Así nació el Che Gay. Yo creo que fue como una inspiración, porque tampoco lo pensé mucho… fue totalmente pasionaria!!!
En este camino que partió pasionariamente, seguiste haciendo intervenciones en distintas instancias, pero siempre hay efectos, impactos, hablemos un poco de eso…
Es que no lo pienso, muchas cosas son improvisaciones, realmente son performance. Algunas las pienso como lo de las patas de chancho, eso fue elaborado, pero, ponte tú, desnudarse en el día de los trabajadores, no lo pensé, surgió así, solito, cuando bailé cueca en la Feria del Libro tampoco lo pensé, surgió espontáneamente… Cuando le puse la banda presidencial a Gladys Marín, lo pensé un poco, pero ni tanto. Creo que el deseo supera un poco el pensar y construir con antelación una performace o intervención pública.
¿Buscabas el impacto?
Sí, claro.
En el video tú planteas que cuando chica tú eras la loca, la marica del barrio, sin embargo ahora eres el personaje popular, que yo lo podría traducir como un impacto dentro de tu entorno más cercano, entonces, ahora, surge otra pregunta: ¿Hay más costos que beneficios en esos entornos, a nivel del barrio país, ponte tú?
Beneficio absoluto, o sea… El único costo que yo puedo asumir es el costo de la soledad, pero me da la impresión que todas las locas están pagando el mismo costo, por distintos motivos. ¡No sé al final que precio voy a pagar! He hecho un trabajo… ¡tampoco me creo mucho el cuento y prefiero no creérmelo mucho!, pero cuando me encuentro con locas más chicas, no sé, ellas te ven como un referente, como una loca luchadora que marcó un momento y que cuando la loca se muera, así como Juan Pablo II, no sé, le van a rendir honores, jejejej. Evidentemente, todo eso en la dimensión pobre y piojenta de una, pero supongo que ahí se va a valorar la entrega. Lo único que puedo decir es que me la he jugado, de verdad me la he jugado, que no tengo ninguna motivación de dinero, ni de otra materialidad. Quiero dejar una huella, no quiero pasar inadvertido por la vida, supongo que ese es el cuento. No quiero ser un homosexual cualquiera, considerando, además, que ser homosexual debiera tener una carga de revolución, de choque en la sociedad machista y heterosexual.
En relación a lo que me dices surgen dos preguntas de inmediato: ¿Cuál es tu visión del estado de la marica ahora y por otro lado, qué pasa con la visión que puedan tener de ti los gays que te ven como artista o más arriba, o en una posición elitista y te rindan honores cuando te mueras como lo estás diciendo ahora?
Mira. El mundo de los homosexuales es un zoológico desde la loca lagartija hasta la plumífera, pasando por el oso, por la loca que vuela, por el huemul, el caballito de mar y el mono poto colorado. Es decir, está todo ese tipo de locas, de locos y de machos y machas, pero lo que pasa es que en nuestra cultura se ha instalado esta súper imagen del macho masculino, que no es una cosa chilena, es una cosa mundial, con todo el poder del heterosexismo, entonces, entre los homosexuales varones también se ha instalado esa súper imagen del homosexual masculino, HIPER masculino y musculoso, un homosexual al que no se le nota la diferencia. Creo que la loca estrafalaria y plumífera está en retirada. Ahora, la diferencia mía, es que yo soy una loca con contenido, con valor agregado, porque hay muchas locas, locas que hacen show y que no hacen show, locas de barrio, locas cuicas, todo tipo de locas, pero el condimento que yo le pongo a esa loca nueva, a esa loca piojenta de barrio, política, anarco comunista es lo importante para mí. Si por eso, por lo que uno hace o representa te ven como artista y te rinden honores, no sé, no me conmueve demasiado, seguramente sería sospechoso. Prefiero estar siempre en cuestionamiento, en un espacio de búsqueda y permanente cuestionamiento a las modas maricas y a los acomodamientos de algunas locas televisivas al sistema.
¿Y esa es la proyección de las locas que tú quieres?
Ese es mi deseo, construir la loca pregunta, la loca duda. La loca que se construye junto con las locas comunachas, que también es una provocación a la loca fascista, a las locas machas de disco cuica. Yo recuerdo haberme subido al escenario de una disco de Bellavista y haberle rendido un homenaje a Gladys Marín a días de su muerte y no me aplaudió nadie, ¡nadie!, excepto mi amiga Francis Francoise. Entonces ahí uno descubre que los homosexuales en Chile, una mayoría, son conservadores y seguramente de derecha.
Pero en esta historia, insisto, hay muchas locas chicas que te ven como un icono, como un referente… ¿No te aleja un poco el hecho de que en tus actos te vean como artista, alejándolos eso en vez de acercarlos, considerando que es interesante que conozcan más de cerca cuál es tu propuesta, tu visión de la vida?
Bueno, tal vez debiera reconocer que he construido un aura cultural política, aunque me parece interesante no trabajar desde el arte, sino que desde el activismo político. No soy una loca del montón, aunque puedo serlo si me hago la actriz. Evidentemente que me interesa construir una loca política cultural, si eso aleja o no aleja de las locas chicas, no lo encuentro necesariamente relevante. Supongo que habrá otros formas de encontrarse y reencontrarse.
Conozco a locas chicas que te ven como referente y me parece curioso que pregunten cuál es tu país de origen…
¡Qué bonito eso también! No ser de ninguna parte!….Yo no tengo ninguna fantasía con ser chileno y esas güevas chilenísticas. Filo.
¿Cuál es tu relación con las mujeres, con las feministas, con las lesbianas? En tus discursos siempre mencionas a las lesbianas primero ¿es de caballero no más?
Eso tiene la impronta de la Casa de la Mujer La Morada, de haber hecho el programa tantos años en la radio Tierra, de haber conocido a la Margarita Pisano en sus años de reinado total, entonces, el haber tenido todas esas fuertes influencias de lesbianas feministas, entre ellas las de Ayuquelén, por ejemplo, te hacen no olvidar que el homosexual no lucha ni debe luchar solo.
¿Y en este momento, cuál es tu relación con el feminismo y con las lesbianas?
No sé, yo soy bastante promiscua, yo me relaciono regio con un delincuente y con una jueza, tengo todo tipo de relación. Lo femenino es una cosa que me ha marcado de niño y esa es una diferencia que un poco me impulsó a construir a esta loca, porque yo nunca me sentí un niño macho. Yo sufrí mucho cuando era chico, porque se me notaba que yo era colizón, la gente me gritaba, yo llegaba llorando a la casa y entonces me costó mucho asumir que yo era un niño femenino. Descubrir que se puede ser femenino era una posibilidad, también. Yo cuando chico quería tener el pelo largo y no me lo dejé largo porque la sociedad no me lo permitía, bueno ahora ya es como un sauce, pero asumí que era buena onda asumir tu femenino, asumir a esa loca femenina y que también es una opción. Es fuerte de todos modos, porque existe una censura a las locas, a todo lo femenino, sobre todo si lo femenino viene desde un hombre y esto también es una provocación.
¿Y qué te pasa con las feministas cuando existen grupos que poseen discursos que son muy poco inclusivos, que tienen que ver con la historia de la mujer y con la construcción de un mundo rescatando esta historia?
En las feministas hay de todo, piensa tú que la otra vez me contaba la Beatriz Preciado, que en un encuentro feminista no dejaban entrar a unas chicas transexuales, porque no habían nacido mujeres, es una cosa feroz, o sea, ¡de que estamos hablando!…Curioso, pero hace tiempo que dudo de mi pirulín y he tenido ganas de reasignarme sexualmente.
¿Lo has pensado?
Ahora lo estoy pensado entre serio y jugando, creo que estoy en un proceso de tortificación permanente. Los gays están completamente superados, absolutamente codificado, dentro del sistema, con programas de televisión y esas cosas. Las lesbianas no están adentro del sistema, ellas se resisten, el sistema las resiste. Creo que allí hay una tensión que me parece muy interesante. Creo que el punto de interés y la vanguardia de las minorías sexuales la llevan las lesbianas en Chile, mientras en Europa son los transexuales y la intersexualidad. Ahora tengo 36 años, se me ocurre que a los 40 me puedo operar, ¿por qué no?… ¡María Victoria Robles!¿Qué tal?…
Tú te defines y otras personas muy cercanas a ti te definen como una loca muy luchadora y valiente. ¿En este camino de lucha y valentía que le atemoriza a esta loca?
Es difícil hablar de los temores en público, una siempre quiere que los temores se mantengan ocultos.
Pero hablemos de lo políticamente correcto desde la perspectiva de los temores…
Creo que le tengo mucho temor a la traición y a las agresiones varias. Por otro lado, una piensa, yo estoy defendiendo los derechos de mucha gente que no hay hecho nada o casi nada por esos derechos y pienso en todas estas locas que van a las discos solamente. ¡Tampoco las critico rotundamente, tienen todo el derecho a hacerlo!, pero hay algunas que no han pagado ni un costo por liberarse, nada!, son maricas de fines de semana, que disfrutan de toda la parafernalia del sistema, del consumismo neoliberal ¿Qué pasa entonces con los costos sociales de las otras locas que dieron la cara, que tuvieron que protestar?, no sé, creo que hay una situación no justa.
Pero cuando una hace un trabajo político también está considerado ese espacio, de la gente que asume y la que no lo hace…
Por eso te digo, que tampoco las critico demasiado, porque tal vez para una sería más fácil ser loca de disco sabatina y chao. Pero ocurre que a una también le gusta el compromiso político y recorrer la senda de una Gladys Marín mariquita. Rebelde hasta la muerte.
Hablando de la Gladys, ella te definía como bonito en término de la irreverencia, de tus intervenciones, ¿Cuál es tu actual irreverencia, en qué irreverencia estai?
En la de parecer una señorita secretaria. El otro día tuve una reunión, porque estoy trabajando en el Departamento de Publicaciones de ARCIS, entonces, hubo una reunión del Comité Editorial con Tomás Moulian y un grupo de profesores intelectuales, todos muy serios y cultos. Para mí era medio raro, porque mucha de esa gente me conoce la loca política, la activista, la que se pinta los labios, la que sale con las patas de chancho y después me ven ahí de secretaria, así tomando apuntes, supongo que también sería una forma de irreverencia Creo que debemos reinventarnos cada día, lo que no quiere decir que voy a dejar de lado a la loca de las patas de chancho y nada de eso. Nunca tan loca.
Tú hablas en el corto de que tu estrategia, en este momento, es intervenir desde el periodismo
Sí, aunque también tiene que ver con la sobrevivencia, porque una es pobre po niña, yo no soy la Juanito Yarur enjoyada. Yo no tengo la plata que tienen otras locas y cuando tengo que salir con las patas de chancho, debo hacerme las monedas para comprarme las patas de chancho, la cintita, el cuadrito y la parafernalia.
Cuando tú hablas de estrategia, hay un contenido político por ahí, entonces, cuál es tu intervención política en esta nueva estrategia que mencionas y qué es el periodismo
Me parece político y espectacular trabajar en Vivo Positivo, por ejemplo. Estamos hablando de uno de los grandes temas, de vanguardia, temas punzantes y que tienen que ver absolutamente con emergencias sanitarias que afecta directamente a la población homosexual. Yo no podría no estar trabajando en Vivo Positivo como periodista, no podría estar en, ponte tu, en El Mercurio haciendo vida social, espectáculos en la revista Caras, en la o Cosas. Curioso, pero una vez me ofrecieron pega en el matinal de Televisión Nacional haciendo notas. Te imaginai a la loca de la patas de chancho entrevistando a la Daniella Campos. Mucho Lucho.
¿Y si no existe Vivo Positivo el día de mañana, dónde vas a estar?
No sé, po niña, si no soy la Zulma
Pero como proyección…
Creo que voy a estar ahí tirando la piedra, dando la batalla, no sé cómo, tendría que verlo porque es el espíritu el que te lleva. Tampoco es una pose de una, mi vida no es teatro, es verdad.
El corto comienza con unas palabras de Wilde, algo así como.. “el amor que no se puede nombrar”
El amor que no osa decir su nombre…
Exacto!, yo lo planteé más shileno…Ahora se puede nombrar el amor?
Esa es la contradicción del documental, cachai, que parte así como el amor que no osa decir su nombre y el documental lo único que hace es mostrar a la marica en la protesta, proclamando la liberación gay. A la chucha Wilde.
Me ha llamado la atención que cuando te preguntan por tu abuela en el corto, que ha sido una mujer muy importante en tu vida y en donde debe existir mucho amor, cariño, tú planteas el cuento del deber, del tener que estar, pero nunca mencionas la palabra amor..
Bueno, pero eso también es un gesto de amor pos niña. Las locas no viven con sus abuelas, crían a sus perritos. Yo no tengo pareja, tengo a mi abuela.
Pero no lo estás nombrando, por eso te lo pregunto: ¿Se nombra o no se nombra?
Mi abuela nunca ha sido tan visible como es ahora, creo que yo le he dado sentido a la vida de mi abuelita. Ella es madre soltera, mi padre que es su único hijo y nunca le ha dado la importancia que tiene. No la quiere como ella realmente se lo merece. Yo, por otra parte, no soy el nieto preferido de mi abuela, es mi hermano Juan Carlos, entonces ¡sí claro! ¡Cómo no la voy a amar! Es más, ella se roba la película en el video, haciendo el contrapunto de la loca libre.
Yo difiero de eso en todo caso…
Bueno, somos los dos: “Mi abuelita y yo”. Yo la entrevisto. Son esos gestos de amor. Si yo no la quisiera me habría ido hace rato de la casa, para vivir mi vida libre de loca anarca en un departamento en el gay town de la Pintana.
¿Qué te pasa a ti con la religión?
Esa es otra provocación, ese es otro sello que yo tengo. De chica, cuando era pendejita, era dirigente de la primera comunión, de las colonias urbanas. Entonces, como que mi formador de líder ciudadano, por decirlo de esa manera, fue la iglesia católica, pero una iglesia católica bastante rebelde, en la época de Pinochet, una iglesia bastante contestaria. Trabajé mucho tiempo en la Vicaría Juvenil. Mi abuela es cristiana. Yo en mi casa tengo una virgen de Lourdes, me parece interesante ese cruce entre la homosexualidad y el cristianismo, aunque de apostólica y romana, en todo caso, no tengo nada, de hecho también es una ironía, hablando de la imagen… ¿Cómo esta loca se atreve a aparecer con San Sebastián? Me acuerdo que una vez, ¡dos veces! ¡Felizmente el señor no me castigó, ja, ja, ja!, ¡esta es la historia de un santo! Ja, ja, ja…. Una vez quebré San Sebastián en el memorial de los detenidos desaparecidos, en un acto heavy, yo no sé en qué volá me fui, pero tiré el santo y cagó el santo. Otra vez quebré la Virgen del Carmen, que es la patrona del Ejército de Chile en el Parque O’higgins, y Viviana Díaz de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos me retaba. Pura ironía.
¿Cómo te gustaría ser recordada?
Como una luchadora. Hace tiempo estuve complicado de salud y entré en el rollo de la muerte y todo eso. En esos minutos me preguntaba por las obras que deja uno, porque uno marica no deja hijos, aunque me hubiese encantado ser papá, creo que habría sido un súper papá.
¿Y no es una opción para ti ahora?
Ahora ya no, estoy vieja y los hijos son una empresa compleja. ¿Traer a un pendejo a puro sufrir en este mundo? Ni cagando.
¿Un pendejo de 18 años como dices en una entrevista?
Puede ser. Claro, un hijo de 18, yo feliz… pero claro, yo también quiero dejar frutos.
Pero esos frutos. Menciónalos
Dejar una fantasía de cambio, un deseo de liberación, que las locas sientan que no todo se reduce a un ron cola y a una disco de fin de semana, sino que también siempre va a haber una lucha que dar, una pelea que asumir. Que los homosexuales existimos por algo, que no es una cosa gratuita. Si yo nací maricón, nací pobre y me ha pasado todo lo que me ha pasado, es porque tengo que asumir un rol en la sociedad y lo asumo con total orgullo. No hablo de un orgullo soberbio, sino de orgullo absolutamente positivo, de un orgullo de sentir que es absolutamente posible construir un mundo distinto.
1.- En referencia Movilh Histórico