Cerca de 80.000 personas participaron en Santiago de la masiva actividad organizada por MUMS y ACCIONGAY, que criticó el nulo carácter preventivo y la ineficacia de la iniciativa legal promulgada por el Gobierno, la que no cuenta con herramientas presupuestarias ni énfasis claros que permitan su aplicación.
Con un llamado a mejorar la recientemente promulgada Ley Antidiscriminación y a incorporar a la diversidad sexual como un elemento fundamental en las demandas sociales, se realizó este 29 de septiembre la 14ª Marcha por la Diversidad Sexual, organizada por el Movimiento por la Diversidad Sexual (MUMS) y ACCIONGAY, y en la que participaron más de 24 organizaciones sociales nacionales e internacionales, así como cerca de 80.000 personas.
Este año, y de manera inédita, la iniciativa se realizó simultáneamente en Concepción -a cargo de la Coordinadora Euforia de Género- y Santiago, buscando visibilizar las demandas de la diversidad sexual a nivel nacional.
Según lo señalado por lxs vocerxs de la marcha, la actual legislación carece de un carácter preventivo real, dado que no incorpora en sus artículos, temáticas que eduquen sobre la diversidad sexual, tanto en etapas tempranas de desarrollo -bases curriculares del Ministerio de Educación- como en políticas de Estado.
Esta Ley incompleta termina por generar una falsa sensación de seguridad entre la población de lesbianas, homosexuales, bisexuales y trans, quienes siguen viéndose expuestxs a agresiones sin saber que no existen formas efectivas, ni expeditas para aplicar esta legislación. La existencia de una política ineficaz en materia de no discriminación ha permitido la ocurrencia de casos tristemente emblemáticos como el de Sandy Iturra, transexual de Valparaíso salvajemente golpeada el año 2011, o el más reciente de Camila Huenchucheo en Ancud.
Ello queda en clara evidencia en el estudio “Derechos, Política, Violencia y Diversidad Sexual: Segunda encuesta Marcha por la Diversidad Sexual Santiago de Chile 2011”, realizado por la Universidad Católica del Norte y el MUMS, y apoyado por el Centro Latinoamericano en Sexualidad y Derechos Humanos, en el cual se puede visualizar un alto porcentaje de discriminación percibida por la población de la diversidad sexual. El 75,5% declara haber sufrido alguna situación de discriminación, y el 77,8% reporta alguna agresión a causa de su orientación sexual o identidad de género. Lo anterior refleja la clara incapacidad del Estado de Chile en generar políticas públicas de prevención y erradicación del fenómeno de la discriminación.
Unión de movimientos sociales
La movilización también logró poner el acento en la diversidad sexual como un factor más a considerar dentro de las demandas sociales, tales como el movimiento estudiantil, el movimiento de trabajadoras y trabajadores y otras reivindicaciones populares. En ese sentido, estuvieron participando múltiples dirigentes sociales, como Eloísa González, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), Cristian Cuevas, presidente de la Confederación de Trabajadores de Cobre (CTC), Francisca Salama, representante de Cultiva Medicina, Javiera Campos, de Defensa Secundarios, Simón Añiñir, representante de la organización autónoma mapuche Meli Wixan Mapu, Luis Mariano Rendón, de Democracia para Chile, Facundo Ríos, de la Mesa Intersectorial de prevención del VIH, Ximena Zavala, en representación de Lorena Fríes, directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos.
La Marcha por la Diversidad Sexual de este año permitió que más de 80.000 personas se manifestaran por las principales avenidas de Santiago y de Concepción por una sexualidad más libre y lejos de la moralidad tradicional, posicionándola desde un espacio diferente, debido tanto a las movilizaciones sociales del 2011 como a las expectativas generadas por el actual gobierno en torno al reconocimiento de parejas y la irrupción de nuevos actores dentro de las orgánicas de la diversidad sexual.
Esta nueva versión de la marcha, que MUMS ha organizado desde 1998, critica abiertamente a la clase política chilena y su incapacidad de incorporar la temática de la diversidad sexual en su agenda, así como al poco desarrollo de la libertad sexual como parte de las plataformas de transformación social.
Según señala Lukas Berredo, coordinador político de MUMS, pilar histórico de estas movilizaciones, “queremos poner el acento en la necesidad de la transformación, en la alianza con los movimientos sociales que han tomado las calles. Esta Marcha no es para ir a escuchar a los políticos; al contrario, es para que los políticos nos escuchen a nosotrxs”.
La reforzada alianza de los grupos organizadores de la Marcha con otros movimientos sociales reafirma el rol activo y partícipe de la diversidad sexual en la generación de movilización y participación social.
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